🎓 El arbitraje debe ser más garantista que rápido

En el marco de la asignatura ‘Mediación y Arbitraje’, que imparte Ignacio Ripol dentro del grado en Derecho, ha tenido lugar la sesión ‘Las garantías del arbitraje institucional’. Ha sido impartida por el presidente del Tribunal Arbitral de Barcelona (TAB), Frederic Munné.  . 

Fecha: jueves, 24 de noviembre de 2022 a las 16:30h

El arbitraje debe ser más garantista que rápido

En el marco de la asignatura ‘Mediación y Arbitraje’, que imparte Ignacio Ripol dentro del grado en Derecho, ha tenido lugar la sesión ‘Las garantías del arbitraje institucional’. Ha sido impartida por el presidente del Tribunal Arbitral de Barcelona (TAB), Frederic Munné

En relación con el título de la ponencia, este especialista ha querido destacar que, si bien la rapidez es un factor clave en el arbitraje, lo es más que éste se desarrolle respetando unas necesarias garantías procesales. “La celeridad es importante, pero hay algo más básico que el tiempo: las garantías”, ha subrayado. 

Munné ha comenzado su exposición fijando el principio constitucional del que deriva el recurso al arbitraje. El sometimiento a un arbitraje es una posibilidad que se apoya en la autonomía de la voluntad, corolario de la libertad que se predica en el artículo 10 de la Constitución, y no en la tutela judicial efectiva del artículo 24. 

El ponente ha hecho estas consideraciones al reflexionar sobre la equivalencia de sentencia y laudo arbitral. Esta equivalencia ha de referirse a una casi total identidad en los efectos de ambos (fundamentalmente, la cosa juzgada), pero, si la entendemos “hasta el extremo de conceptuar al arbitraje como tutela judicial efectiva, estaremos cometiendo un error”. 

Munné también se ha referido a las diferencias entre arbitraje y mediación. Éste se presenta como una forma de entendimiento que evite cualquier tipo de proceso, mientras que el arbitraje “no trata de evitar el juicio sino sustituirlo”. 

El arbitraje se erige, así, como una alternativa a la jurisdicción. Una posibilidad que tendrá cada vez “más recorrido” no sólo en el campo internacional, sino también en el domestico, dado el colapso en existente en la jurisdicción ordinaria. “Tenemos muy buena judicatura, pero insuficiente. Hay solamente 2.000 jueces para lo civil y lo mercantil, es difícil trabajar en estas condiciones”. 

El arbitraje debe ser más garantista que rápido