🎓 El juguete sencillo promueve la imaginación

El juego es una de las principales vías a través de las que adquieren las competencias que tienen que desarrollar: emocionales, comunicativas, motrices o de razonamiento. Básicamente, “los niños aprenden jugando”, afirma la profesora de Psicología del Desarrollo, Clara Valls. 

Fecha: martes, 03 de enero de 2023 a las 10:00h

El juguete sencillo promueve la imaginación

Cuando un niño juega, hace algo más que entretenerse. El juego es una de las principales vías a través de las que adquieren las competencias que tienen que desarrollar: emocionales, comunicativas, motrices o de razonamiento. Básicamente, “los niños aprenden jugando”, afirma la profesora de Psicología del Desarrollo, Clara Valls

Desde esta perspectiva, un factor importante es que el juego deje margen a que la imaginación del niño juegue un papel, sobre todo en el caso de los más pequeños. Por este motivo, a la hora de elegir juguetes en Navidad, Valls recomienda la opción por el juguete sencillo. Y es que la imaginación del niño se ve favorecida cuando “percibe que está en un entorno en el que se le permite expresarse, decidir qué material toma y cómo lo utiliza. Por este motivo, los juguetes que permiten muchas posibilidades de uso, promoverán más la imaginación”.

Valls insiste en que, en los primeros años de vida, hay que privilegiar a los juguetes que estimulan “la manipulación de objetos y el juego simbólico”. Esto es lo que les permite “interiorizar aprendizajes”. De ahí que la simpleza sea un valor. Por el contrario, los materiales “más estructurados, con funciones más definidas”, como sería el caso de juegos con botones que accionan sonidos y movimientos, restringen el campo de acción a la imaginación. 

El mismo criterio hay que aplicar en la relación con las tecnologías digitales. Como explica esta especialista, en dosis reguladas, las tecnologías bien empleadas tienen mucho potencial desde el punto de vista educativo. Potencial incrementado por el hecho de que las pantallas “suelen atraer a los niños”. Pero esta exposición a las pantallas debe hacerse con medida. Como se ha expuesto anteriormente, debe primar “la manipulación de objetos que conduce a la interiorización de los aprendizajes”. Además, recuerda que el uso de pantallas también tiene efectos negativos en el sueño de los menores. 

Alguien con quien jugar

Otro elemento fundamental es dar cabida a juegos que promuevan la socialización y las relaciones familiares. Valls recomienda a los padres que se sienten con sus hijos y se conviertan “en sus compañeros de juego, representando roles en sus imaginativas historias, ya sea con disfraces o muñecos”. En este juego simbólico, “los más pequeños (1,5 años - 5 años) podrán relajarse, expresarse y desarrollar sus habilidades sociales y su creatividad y lo más importante fortalecer el vínculo con sus padres”. 

El juego tradicional suele ofrecer muchas posibilidades en este aspecto. Con frecuencia, contienen “todos los aprendizajes implícitos en la relación con los iguales: escucha, respeto, aceptación de las diferencias o resolución de conflictos”. El elemento relacional es clave en el juego. “Al final, no importa tanto los juguetes o el juego sino tener a alguien con quien jugar”. 

Valls también aboga por no dejar que se apague la llama del juego. Aunque hoy parezca que los niños se hacen adultos más rápido y tienen menos tiempo para jugar, lo cierto es que jugar es una función básica desde el punto de vista educativo. De hecho “el componente motivacional del juego y las posibilidades que ofrece para atender a la diversidad en el aula, lleva a que cada vez sean más las escuelas que en lugar de libros utilicen juegos durante la primaria para la adquisición de los aprendizajes instrumentales como son las matemáticas y las lenguas”. 

El juguete sencillo promueve la imaginación