🎓 Periodista en zona de conflicto: profesionales sin bandera

Durante estas semanas, en el marco del grado en Periodismo, se está desarrollando el ciclo ‘La cobertura periodística en entornos de conflicto’. Se trata de acercar a los periodistas a una realidad en la que pura y crudamente se expresa el compromiso con la información que define la profesión periodística. 

Tratándose de hablar de periodismo en un contexto de conflicto, surge de forma inevitable el tema de la relación entre el profesional de la información y el ejército. Para abordar este asunto, la primera sesión del ciclo giró en torno al coloquio entre el jefe de la Oficina de Comunicación de la Inspección General del Ejército, Alejandro Rubiella, y el corresponsal para El Periódico de Cataluña, Ricardo Mir. 

En zona de trinchera, militares y periodistas, en cierto modo, está hermanados por ese compromiso tan radical con su trabajo. Así lo ve el coronel Rubiella. “El Ejército ve a los corresponsales de guerra como personas que comparten el riesgo con nosotros. Pensamos, aquí hay un señor que se la juega por su trabajo, como nosotros. Esto nos genera una cierta admiración”. 

En el plano personal, tanto periodistas como militares han de asumir un riesgo que, en ocasiones, puede ser grave. Sin embargo, tanto para Rubiella como para Mir, lo peor no es cuando estás sobre el terreno. “Lo paso peor los días antes que cuando llego a la zona de conflicto. Toda la ansiedad que tu entorno siente por el hecho de que te vas surte efecto en ti”. Se sufre más por los familiares que por uno mismo. Rubiella ha recordado cuando le tocó estar a escasos metros de un atentado contra un alto dignatario: “lo primero que pensé fue que tenía que llamar a mi mujer”.

Objetivos diferentes

Pese a estas afinidades profesionales y personales, no hay que perder de vista que los objetivos militares y los periodísticos son de naturaleza distinta. El periodista debe actuar de forma que su trabajo no ponga en riesgo a otras personas, pero ha de tener claro “no trabaja para ninguna bandera. Hay que contar lo que pasa con independencia de que pueda perjudicar a un bando”, ha reflexionado Mir. 

En los últimos meses, este corresponsal ha estado yendo y viniendo de Ucrania. Desde el punto de vista de la comunicación, le sorprende ver cómo “Rusia se ha preocupado bastante poco de que su narrativa salga. Parecen haber renunciado a la batalla informativa”. Rubiella ha introducido un matiz en este punto: puede que no les preocupe filtrar su mensaje a occidente, pero el mundo es mucho más grande. La prueba es que “no hay apoyo activo a Ucrania fuera del mundo occidental”. 

Donde sí aprecia Mir una eficaz faena comunicativa es en Ucrania. “Zelensky ha conseguido que cale la idea de que es una guerra también de Europa”. Desde su punto de vista, el discurso ruso no está siendo demasiado sólido: “en el argumentario de Rusia hay pocos argumentos convincentes para la comunidad internacional”. 

Conversaciones y simulación en base militar

La conversación entre Mir y Rubiella, que ha sido conducida por el profesor de Periodismo, José Ignacio Castelló, es la primera sesión de un ciclo que contará también con la participación de Albert Naya (periodista freelance en Turquía) , el fotoperiodista y profesor Jesús García Pastor, y culminará con un ejercicio práctico de “periodismo empotrado” en contingente militar que se hará en la Base Militar de Sant Climent de Sescebes.